martes, 19 de abril de 2011

El té a la menta....

Cómo todos saben, Egipto es un país que se caracteriza por tener altísimas temperaturas en casi todas las épocas del año, por lo que los habitantes se han debido adaptar a lo largo de la historia a vivir día a día con el molesto calor. Debido a esto muchos de los aspectos de la vida de los egipcios se ven ligados a combatir las altas temperaturas, por supuesto, tratando de no interrumpir mucho con el normal desarrollo de la vida cotidiana de los mismos.

Por eso la gastronomía egipcia ha evolucionando mucho a lo largo de toda la historia del país africano, apuntando siempre a la elaboración de platos y bebidas que no resulten muy pesados para el estómago y de fácil digestión, a la vez de que en la mayoría de sus recetas se utilizan productos frescos y refrescantes, para que su ingesta sea mucho más agradables.

En este caso en particular hablaremos sobre el Té a la Menta de Egipto, más particularmente de Marruecos, una bebida que si bien es conocida en casi todo el mundo, en Marruecos más que con la gastronomía, se la relaciona con la cultura, debido a que es una bebida cuya consumición se ha convertido en una costumbre del día a día desde hace cientos de años.
Su éxito se basa en que además de poseer un fuerte y muy agradable sabor, es una bebida que al ingerirla da una sensación de “refrescada” al instante a quienes la consumen, como sólo la menta lo puede hacer, y la buena noticia es que no deberán visitar Egipto para disfrutar del té a la menta, ya que su elaboración es muy sencilla, por lo que les acercaremos la receta y el modo de preparación para que ustedes puedan disfrutarlo en sus casas.
Receta:
Ingredientes:
  • Agua mineral.
  • Azúcar blanca (a gusto).
  • Hojas de menta fresca (a gusto).
  • 4 cucharadas de té verde (gunpowder preferentemente).
Elaboración:
Se debe verter agua hirviendo sobre un recipiente que contenga el azocar, el té verde y la menta. Se deja reposar unos dos minutos. Para servirlo se debe hacer en dos pasos, debido a que si no los primeros vasos pueden quedar con un sabor muy fuerte, y los últimos muy suaves, por lo que primero se deben servir los vasos hasta la mitad, y luego se completan.
Para que el té tenga su característica espuma en la superficie, lo único que hay que hacer es dejar caer el chorro de agua desde una altura considerable, al menos un metro de altura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario